Amor del Table… (Síndrome Maniaco Enculativo III)


El “amor” que se vende en los tables dances, por donde se le quiera ver, no deja de ser sincero; y antes de que usted que está leyendo estas líneas piense que soy un inmoral depravado, piense que la transacción monetaria que se realiza en el table es desde un inicio, una transacción honesta; uno paga y otras dan sus servicios, no hay posición de poder ni mucho menos, tampoco hay posición social, todas las clases sociales pueden adaptarse, como el ricachón sesentón que paga unas horas de convivencia con la necesitada mujer que presta sus servicios para contribuir quizá al sustento de su familia.


En el table dance se ve de todo, es un ente capitalista que vende besos, placer y hasta terapias psicológicas; también vende diversión en el caso de alguna despedida de soltero, el table vende hasta fantasías, es decir, remotas ideas de pensar que la chica con la que estamos en el privado, pudiera ser aquella que podría convertirse en la madre de nuestros hijos, pensado ingenuamente que hasta podríamos ofrecerle una nueva oportunidad dentro de la sociedad, diciendo la clásica frase “yo la saco de trabajar”, luego hasta podemos pensar que seríamos capaces de ponerle casa y darle camioneta para que lleves a nuestros niños a la escuela, creando paraísos inexistentes para crear la fantástica historia de amor que no encontramos desde que íbamos en primaria hasta llegar a la universidad, y que quizá por el efecto del alcohol y el efecto de nuestras necesidades emocionales, pensamos que con $ 160 de un privado que dura tres minutos, hemos encontrado a la mujer que estábamos buscando por los últimos 15 años, aquella media naranja que sabe despertar esas ilusiones con tierna voz y dulce aroma corporal. En el table se puede vivir un breve enamoramiento, que nos lastima brevemente cuando vemos que al salir del privado, ella, que nos dijo un nombre falso entró con otra persona a seguir cumpliendo con su jornada laboral y que quizá ya ha olvidado nuestro nombre.


Muchas veces el table dances es la aduana hacia una espectacular boda, donde los amigos vamos a despedir de la soltería a uno que, ante el protocolo teibolero de pensar que se está en el paraíso, pensamos que va al matadero del matrimonio, o me preguntó ¿cuál es el ritual de la despedida de soltero? cuando más concentrado debería estar el novio en lo que pronto será su boda y más que eso, cuando empezará a compartir su vida con la que se supone es el amor de su vida, el tables es muchas veces el pasaporte de una obligada convivencia de pensar que perdemos a uno de los nuestros (en el caso de los solteros), y él parece estar en un solemne acto donde a partir de ahí, resigna su monogamia.


Otras veces el table cumple esas necesidades de esparcimiento, de entretenimiento que uno busca involuntariamente, y digo involuntariamente ya que uno se llega a encontrar cada cosas que no piensa ver cuando va a un table, porque podríamos esperar que la chica que baila, de pronto se meta un hielo no precisamente en la boca, pero el ver a algún cuarentón con corbata ya suelta después de un duro día de jornada laboral, dispuesto a recibir ese hielo en su copa y luego darle de un golpe el último trago, son de las cosas que de pronto uno se encuentra involuntariamente en el table; igualmente con la tutsi pop, el que alguien esté dispuesto a probar ese memorable dulce después de haber sido introducido en partes muy intimas de una perfecta desconocida, son escenas muy….. mmmmm… peculiares, que nos ayudan a pensar que uno mismo, que está en lo que muchos podrían pensar es un deplorable lugar, no estamos tan mal mental y emocionalmente.


El table se ha convertido en un centro de negocios donde se puede ver al impecable director de una empresa en su faceta emocional más inestable; se puede ver al solitario hombre que paga por encontrar oído a sus problemas, que al platicar con una desconocida las cosas que le suceden en la vida, piensa que encuentra la comprensión que al final de cuentas se vuelve tal con pagar un pomo y cierto número de bebidas a su compañera de la noche; hay quienes van al table con la conciencia intranquila de que mintieron a sus esposas para poder ir a ese lugar, pero que estando ahí juegan un papel de conquistadores que dejaron hace mucho tiempo, se comportan como caballeros que quizá nunca fueron, podemos ver una “hormónica” convivencia de amigos que opinan perfectamente de la belleza de cada mujer que baila en la pista: esa sí, esa no, esa tiene cesárea, esa que hace aquí si está gorda, con esa yo me caso, esa es una reina, esa es bien mamona, esa es a toda madre, esa le sabe, en fin, vemos de todo hasta mismas mujeres que van con sus amigos a ver lo que para ellas es un mito masculino.


El table, es un esquema de entretenimiento de las sociedades industrializadas que entre toda sus problemáticas, buscan sus válvulas de escape, y como válvula de escape en esas necesidades de amar y ser amado, se anestesian, por tan sólo unos instantes, las debilidades emocionales con las que muchos pueden vivir. El table es digno de un análisis sociológico y psicológico de lo que uno ve ahí, entre todos sus personajes, desde el cadenero con poder, el mesero buena onda amigo de todas la chicas y por supuesto, los muchos perfiles de los que en algún momento estamos ahí.

0 comentarios: