La legítima herejía. (en borrador)

Un hereje es aquel que tiene ideas opuesta a un dogma religioso. Hoy necesitamos más herejes que cuestionen lo que por años se les enseñó. Tenemos la maravillosa oportunidad de cuestionar lo que algún día se nos dijo en la iglesia. Los temas de la fe siempre son complicados,pero cuando creces en un mundo de buenos y malos, cielo e infierno, castigo o premio, llega un momento en que abres los ojos y te das cuenta la sarta de pendejadas que se te dijeron en el catecismo. Lo digo con todo respeto, aún recuerdo a una señora, que nos preparaba para la primera comunión, que nos decía a un grupo de niños entre 8 y 10 años de edad, que a Jesús le clavábamos una espina cada vez que cometíamos un pecado, nos enseñaba la imagen del sagrado corazón diciéndonos que las espinas eran los pecados que cometíamos, así que si peleábamos con los hermanos, desobedecíamos a nuestros papás, Jesús iba a ser lastimado por nosotros, en verdad eso daba miedo. Son cosas insignificantes con las que uno crece que te van formando criterios absurdos pensando en agradar a alguien que no ves pero que te dicen que ahí está.


Conozco cosa mínima lo que fueron los crímenes de la iglesia católica, y en verdad puedo justificar las estupideces que se cometían hace siglos en nombre de Dios, lo justifico por el hecho de que si hoy considero que seguimos conociendo muy poco de la verdadera naturaleza de las cosas, imaginémonos hace siglos que realmente no había nada o casi nada de conocimiento, cómo se podía concebir la vida si no era por un criterio sobrenatural que no tomaba en cuenta la naturaleza humana desde un punto de vista psicológico más que divino, y que de divino ha tenido muy poco bajo los criterios de la iglesia. Ahora, 500 ó 600 años después de todas las tropelías que cometió la Iglesia, si me resulta increíble que esta institución siga diciendo bajo que reglas vivir; en verdad trato de respetar y no ofender a nadie, pero me parece que la religión limita nuestro potencial intelectual y hasta espiritual.



Creo que sería soberbio decir que Dios no existe, no me consta su existencia pero tampoco tengo porque negarlo, he pasado años perdiendo mi tiempo en pensar si Dios existe o no existe; sí pienso que hay algo más allá de nuestra fuerza vital que algún día acabará con la muerte, pero no creo que sea un Dios administrador de todo que me premiará o me castigará según mis actos; entonces, qué hay después de esta vida, nadie lo sabe más que los muertos, y quizá los muertos tampoco lo sepan porque muertos están. Es un incógnita que muchos lo resuelven creyendo ciegamente que irán a la presencia de Dios y está bien, a nadie le hace daño que el vecino crea en Dios, igualmente a nadie le hace daño que el vecino sea un honesto y trabajador ateo. Creo que la humanidad se ha equivocado en tratar de dar una explicación a su existencia en lo maravilloso que puede resultar el universo desde un punto de vista religioso, concibiendo la vida en un manual de procedimientos incorregible donde todo está escritom¿, donde no hay margen de error a poder estar equivocado.



Yo alguna vez fui muy creyente bajo los criterios con los que se me educaron, y en verdad esto que escribo es una opinión muy personal que la podría resumir en que me tiene sin cuidado si Dios existe o no, puedo creer mucho más en un potencial espiritual que está dentro de cada uno que nos puede ayudar a tener esa trascendencia como seres humanos y que no dependa de un ser divino que está en algún lado, a eso lo podría llamar Dios, es una cuestión de concepto, de darle un significado gramatical, pero lo ideal sería experimentarlo, no creo porque tengamos que estar sujetos a cierto dogma para experimentar una naturaleza espiritual.



Trato de diferencia y hago el esfuerzo de comprender esa naturaleza, no la entiendo desde un punto de vista religioso, de hecho al ligar la espiritualidad con la religión me parece que hay un corto circuito, no hay una verdad absoluta más si debe haber una noble verdad, y esa la encuentra cada quien, sin la necesidad de que se nos prometa el cielo, sin necesidad de tirar las torres gemelas o esperar apariciones milagrosas de la virgen.



Cuando tratamos de entender la lamentable situación mundial desde un punto de vista religioso, conceptualizo a un Dios que nada tendría que ver con nuestras limitaciones, los humanos somos los directamente responsables de la catástrofe que vivimos en guerras, hambre, miseria, sufrimiento; es ahí donde creo más en la evolución de la especie para ser más sensatos que en la iluminación divina, creo que el problema radica en millones de mentes que somos parte de un problema de un mundo que ya parece inhabitable. Si conceptualizo al creador del universo desde la catastrofe mundial, lo podría visualizar como un ser que se equivocó tremendamente, que nos creo y que luego su creación se le salió de las manos, quizá somos su frankenstein y que ya no supo que hacer con nosotros y nos abandonó a nuestra suerte, lógicamente no; somos seres biológicos que deberíamos tener esa capacidad para aprender a vivir en armonía sin la necesidad de pedirle a un Dios que nos saque de nuestros inmensos problemas cimentados en sistemas políticos y económicos que no sirven.



En verdad, no pretendo ser difusor del ateísmo, ni siquiera me considero serlo, de hecho pienso que para muchos debe ser sano creer en Dios, el hecho que las personas tengan ese diálogo mental con quien creen que los ayudará debe ser bueno, a partir de las experiencias que haya tenido cada quien; si el concepto que se tiene de ese Dios es perfecto, creo que hará bien; pero si ese Dios angustia en vez de dar paz, creo que hace daño. Aquí cada quien es libre de creer en lo que le haga más bien creer.



Si tengo mis conflictos con la fe institucionalizada, la que dice como vivir, como pensar, que hacer, y hasta como resignarnos. La fe institucionalizada que ha sido parte de procesos históricos y políticos que nada tienen que ver con la espiritualidad, la metiche fe institucionalizada que desvirtuó el ideal del mismo Jesús, arrasando a millones a la ignorancia. Es ahí donde, políticamente, podemos opinar y diferir, sin embargo, sería sano para los que no estamos de acuerdo con la religión ser indiferentes ante este fenómeno social.……



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